«Si existiese una escala de Richter para medir el impacto de los ataques informáticos del mismo modo que se miden los terremotos, el ransomware WannaCry que sacudió el ciberespacio mundial hace una semana habría sido devastador en cuanto a extensión, pero tendría una puntuación modesta a juzgar por los efectos provocados. “El impacto no ha sido terrible. Ha habido otros casos donde los delincuentes consiguieron retornos y daños físicos mayores. La diferencia es que este nos ha demostrado lo vulnerables que somos”, analiza Pablo Montoliu, CIIO del bróker de seguros Aon en España.»

«elpais.com»